«Abrid las puertas y ventanas, abrid los corazones…
¡Prended las luces! Guardad silencio ¡Qué vienen ya!«
En México festejamos en estas fechas los días de Muertos y es una celebración en la que cada familia se prepara para recibir a las almas de los seres queridos que han abandonado esta vida.
La muerta ha sido en todas las culturas y a través de la historia, un evento que invita a la reflexión, a rituales, ceremonias y a la búsqueda de respuestas que causan temor, admiración e incertidumbre. Las culturas prehispánicas compartían las creencias de que existe una entidad anímica e inmortal que da conciencia al ser humano y que después de la muerte continua su camino en el mundo de los muertos. Celebramos estos días poniendo un altar con fotografías de los seres que han partido, se pone fruta o comida que los difuntos disfrutaron en vida; se llena el altar de flores, semillas calaveras de azúcar, catrinas; cada elemento puesto en el altar tiene su significado e importancia. El copal y el incienso representan la purificación del alma.
Los animalitos de compañía que han formado parte de nuestra familia también son recordados en los altares, según la tradición ellos nos acompañarán en nuestro viaje al descanso eterno.
A cada uno de mis fieles compañeros, les recordaré siempre, nunca morirán, siempre les agradeceré los momentos que estuvieron a mi lado, cada uno ha sido único e irrepetible, cada uno me enseño lecciones nuevas, nos amamos, respetamos y siempre vivirán en mi corazón.
¡Guardad silencio….Prended las luces, abrid las puertas y las ventanas!…¡ Abrid los corazones, que vienen ya….. y hoy quiero recibir las almas de mis muertos, que viven en mi corazón!
Por: Ma. Eugenia Bugarini.